En aquellos pacientes en que conocemos la enfermedad que la produce debe realizarse el tratamiento etiológico, aunque en ocasiones puede persistir la hiperacusia a pesar de la curación de dicha enfermedad.
El tratamiento que utilizamos en nuestra Unidad de Acúfenos e Hiperacusia consiste en la realización de varios ciclos de terapia sonora mediante la exposición a sonidos determinados por el terapeuta en cada momento de esta. Estos sonidos pueden ser sonidos de la naturaleza, ruido blanco, ruido marrón, ruido rosa, música, etc. y cuyos niveles vamos aumentando gradualmente en periodos de tiempo determinados según las pautas que damos al paciente. El tratamiento se asocia en muchas ocasiones al de los acúfenos a los que acompañan frecuentemente. Además enseñamos al paciente a como ir reintroduciendo el sonido en su vida cotidiana y en las situaciones y actividades que ha ido abandonando a causa de su hiperacusia. Esta terapia para la hiperacusia puede asociarse a terapias láser o magnética (ver tratamientos del acúfeno).
La terapia cognitivo conductual puede ser de gran eficacia para estos pacientes especialmente si la hiperacusia se asocia a ansiedad o depresión. Esta terapia les ayuda a encauzar el problema y les lleva a relativizar el mismo elaborando técnicas y aptitudes positivas, modificando comportamientos, pensamientos etc.
Para que el tratamiento sea efectivo es fundamental la buena predisposición y la colaboración del paciente y que cuando se inicie, se realice de forma continuada por el tiempo que hayamos indicado.