El tratamiento de la sordera brusca está basado fundamentalmente en los corticoides generalmente por vía oral. Los corticoides pueden también administrarse por via intratimpánica como terapia de rescate e incluso en asociación con el corticoide oral dependiendo de cada caso.
En casos de sordera brusca severa en oído único con síntomas de vértigo intenso se recomienda tratamiento intravenoso con corticoides durante varios días completándolo posteriormente por vía oral.
Si a pesar del tratamiento la sordera brusca persiste y afecta a la comunicación del paciente, valoramos su tratamiento mediante el uso de audífonos. Si la sordera no puede paliarse con audífonos de forma satisfactoria se debe valorar el tratamiento con implante coclear o de oído medio.
Independientemente de otros factores que pueden influir en el pronóstico de la sordera brusca, este podemos mejorarlo fundamentalmente si se realiza un diagnóstico y tratamiento precoces. Por ello recomendamos que si se aprecia una variación evidente y brusca en la audición se acuda rápidamente a un otorrinolaringólogo o a urgencias.