Mediante un audiómetro exponemos al paciente a determinados sonidos intensos y observamos si provocan síntomas vestibulares (mareo, sensación de desplazamiento, inclinación) y con un video-oculoscopio si aparece nistagmo (movimiento oscilatorio de los ojos), en cuyo caso la prueba es positiva, en la mayoría de los casos consecuencia de una erosión laberíntica o de una fístula perilinfática que deberán confirmarse completando el estudio con otras pruebas (imagen, etc.).