El objetivo inicial del tratamiento de la neuritis vestibular es aliviar al paciente en la fase de máximos síntomas (vértigo, náuseas y vómitos) utilizando fármacos antivertiginosos y antieméticos, siempre durante el menor tiempo posible para que no interfieran con los mecanismos de compensación vestibular de la lesión.
Diversos estudios muestran que los corticoides administrados precozmente mejoran la recuperación de la función vestibular.
El tratamiento mediante rehabilitación vestibular debe iniciarse lo antes posible para estimular y favorecer el desarrollo de los mecanismos de compensación vestibular central (cerebral) encargados de recuperar el déficit funcional producido por la lesión vestibular periférica.