Previamente denominado mareo subjetivo crónico, se caracteriza por mareos persistentes no vertiginosos, o inestabilidad, o vértigo interno no giratorio (sensaciones de inclinación, balanceo, deslizamiento, etc.), que se agravan al estar o ponerse de pie, o por movimientos de la cabeza o del cuerpo, o por el movimiento de los objetos del entorno, o por la exposición a estímulos visuales complejos. El mareo perceptivo-postural persistente es una alteración vestibular crónica cuyos síntomas están presentes la mayoría de los días durante 3 meses o más.
En un 70% de los casos aproximadamente el PPPD lo desencadenan episodios agudos o crónicos de alteraciones vestibulares (p.e., vértigo posicional paroxístico benigno, neuritis vestibular, migraña vestibular), o también otros trastornos neurológicos o médicos que producen síntomas vestibulares agudos o dificultades para mantener la estabilidad postural y el equilibrio (síncope, traumatismo craneoencefálico leve, etc.). Las personas que reaccionan a estos trastornos con mucha ansiedad y aprensión pueden progresar a un trastorno funcional crónico a través de un proceso psicológico transitorio (ansiedad). Rasgos de personalidad relacionados con ansiedad o trastornos de ansiedad preexistentes aumentan el riesgo de desarrollar PPPD.
En aproximadamente el 30% de los pacientes comienza con angustia psicológica aguda y luego progresa al PPPD que puede coexistir con enfermedades estructurales o psicológicas. Los rasgos de personalidad relacionados con la ansiedad y los síntomas psicológicos (p.ej. ansiedad, fobia, depresión) están estrechamente relacionados con el vértigo fóbico postural (PPV), mientras que se consideran factores predisponentes en el PPPD.
El PPPD puede persistir tras la resolución completa de la alteración que lo desencadena, dando lugar a síntomas persistentes que pueden durar años, o puede coexistir con un trastorno episódico (p.ej. migraña), produciendo síntomas diarios o casi diarios que persisten aunque no tengan el trastorno episódico.
El PPPD no altera por sí mismo las pruebas básicas vestibulares y oculomotoras que se realizan en pacientes con mareo, vértigo y/o alteraciones del equilibrio, pero estas si pueden mostrar alteraciones relacionadas con las causas desencadenantes o coexistentes.
Las personas con mareo perceptivo-postural persistente pueden ser diagnosticadas incorrectamente con el término genérico de “mareo psicógeno”, un concepto en desuso, aunque aproximadamente tres cuartas partes de las personas con PPPD de larga duración tienen ansiedad o síntomas depresivos asociados.