El tratamiento implica prioritariamente diagnosticar la causa de la vestibulopatía bilateral, lo cual se consigue en un reducido número de casos (p.ej., enfermedades autoinmunes del oído interno, sífilis, algunos casos de meningitis con laberintitis serosa, etc.), que deben tratarse lo antes posible para preservar la función de los órganos vestibulares lo mejor y durante el mayor tiempo que podamos.
La capacidad de regeneración de los receptores vestibulares lesionados en pacientes con BVP es poco probable por lo que la prevención de las causas que la producen y/o de la progresión de la lesión es muy importante sobre todo por lo que respecta a la administración de fármacos ototóxicos, causa más frecuente de BVP. Sus efectos sobre los receptores vestibulares deben monitorizarse ya sea para modificar su dosis, interrumpirlos o remplazarlos. Siempre teniendo en cuenta que su efecto es retardado y que aumenta en pacientes con insuficiencia renal.
Tras una lesión vestibular se desarrollan mecanismos cerebrales espontáneos de autorreparación que contribuyen a compensar el déficit funcional producido por la lesión (compensación vestibular), mecanismos que también pueden estimularse y completarse por medio de ejercicios físicos de rehabilitación vestibular que constituye el tratamiento más importante de la BVP. La compensación vestibular debemos favorecerla en el periodo optimo o crítico para su desarrollo (primer mes de la lesión) evitando que esta se retrase y no se complete por la administración prolongada de sedantes vestibulares y por la falta de actividad física (vida sedentaria). Una vez establecida, la compensación vestibular es un proceso frágil que puede descompensarse por traumatismos, otras enfermedades (depresión), fármacos sedantes, vida sedentaria, etc., por lo que, en la mayoría de los casos recomendamos ejercicios de rehabilitación vestibular de mantenimiento y actividades domiciliarias para recuperar y mantener el estilo de vida previo a la lesión.
En nuestra Unidad de Sordera y Vértigo hemos desarrollado programas específicos para
tratar la BVP, basados tanto en la rehabilitación vestibular física como instrumental mediante técnicas suplementarias que completan la compensación vestibular cuando existen restos de función o la sustituyen cuando está ausente.
El objetivo final del tratamiento de estos pacientes es ayudarles a recuperar su equilibrio y estabilidad así como sus actividades cotidianas (salir, conducir, subir y bajar escaleras, andar en la oscuridad, etc.) y en general recuperar su independencia física y su estilo de vida previos a la lesión.