La vestibulopatía bilateral se caracteriza por la pérdida parcial o total de la función ambos laberintos o de ambos nervios vestibulares y produce fallos en los reflejos vestíbulo-ocular (RVO) y vestíbulo-espinal (RVE) y en la orientación espacial.
Las deficiencias del RVO afectan al mantenimiento de la estabilidad ocular y de la nitidez de las imágenes del entorno que se proyectan en la retina produciendo inestabilidad visual dando lugar al desplazamiento de las imágenes del entorno de diferentes formas, siendo típico de la vestibulopatía bilateral el desplazamiento vibratorio de los objetos del entorno al andar u oscilopsia, que reduce la agudeza visual en estos pacientes (visión borrosa al andar con dificultad para leer anuncios, carteles).
Las deficiencias en el RVE afectan al equilibrio de pie y al andar, sobre todo si el control postural no puede basarse en señales visuales (p.ej. en la oscuridad), o propioceptivas (suelos irregulares, no firmes o inconsistentes). La ausencia de señales visuales y propioceptivas en estos pacientes les produce una pérdida del sentido de la verticalidad y de la orientación.
Las causas de vestibulopatía bilateral identificadas con más frecuencia son: antibióticos ototoxicos (13%), enfermedad de Menière bilateral (7%), y meningitis (5%). Avances recientes en genética han llegado a identificar el origen genético firme del SVB en algún grupo de pacientes. Aproximadamente en el 50% de pacientes con SVB no llega a determinarse la causa.
La prueba más efectiva para el diagnóstico es el vHIT (prueba de impulso cefálico videoasistida) que ha aumentado de forma muy significativa el número de casos diagnosticados desde que se empezó a utilizar.