La neuritis vestibular se caracteriza por un episodio repentino, prolongado e intenso de vértigo espontáneo y desequilibrio incapacitantes, náuseas, vómitos, nistagmo e intolerancia al movimiento, sin síntomas asociados auditivos ni neurológicos, que persiste durante un día o más.
Los estudios epidemiológicos atribuyen la neuritis vestibular a una inflamación vírica del nervio vestibular qu
e produce una lesión vestibular unilateral,
parcial o total, pudiendo ser a veces irreversible. La recuperación depende de la restauración de la función vestibular periférica y/o de mecanismos vestibulares de autorreparación o
compensación vestibular cerebrales, pudiendo tener lugar al cabo de semanas e incluso meses en que persisten desequilibrio e inestabilidad que mejoran progresivamente. Por ello es objetivo prioritario limitar el tratamiento sintomático en la fase aguda a 24-48 hs. para no interferir con los mecanismos de compensación vestibular, y sí favorecerlos mediante rehabilitación vestibular lo antes posible.
La exploración clínica y un estudio otoneurológico lo más detallado posible nos permitirán realizar el diagnóstico diferencial con otras causas más graves de síndrome vestibular agudo (p.ej. ictus cerebral de fosa posterior) y tratar al paciente de la manera más adecuada lo antes posible.