La otitis externa es una infección e inflamación del conducto auditivo externo (CAE) a menudo muy dolorosa por lo que su tratamiento incluye antibióticos tópicos y por vía general si el caso lo requiere, antiinflamatorios y analgésicos. La limpieza y permeabilización del conducto auditivo para favorecer el tratamiento tópico con gotas con antibiótico y antiinflamatorio mejora considerablemente la evolución del paciente.
Existen una serie de medidas preventivas que a menudo disminuyen el riesgo de padecer una otitis externa:
- Evitar baños muy prolongados.
- Mantener secos los oídos no permitiendo que quede agua retenida.
- Utilizar tapones y gorros de baño en personas con antecedentes de otitis. A ser posible, los tapones es recomendable hacerlos a medida.
- Acudir al otorrinolaringólogo al principio del verano en caso de tener tapones de cerumen muy a menudo.
- No dañar, ni traumatizar la piel del CAE mediante la higiene rigurosa (uso reiterado de bastoncillos), o secados vigorosos (punta de toallas), o rascarse con las uñas, etc.
- No bañarse en aguas contaminadas.