Introducción

La sordera es la deficiencia sensorial más frecuente siendo a menudo causa de discapacidad. Se estima que aproximadamente el 20% de las personas mayores de 18 años presentan alguna forma de sordera, que 1 de cada 1.000 niños nace con una pérdida auditiva severa-profunda, y que 4-5 niños de cada 1.000 nacen con deficiencias auditivas de suficiente grado como para afectar significativamente a la adquisición de su lenguaje. Existen además numerosas evidencias de que en general el número de casos de sordera va en aumento, sobre todo en los países más desarrollados.

En nuestra Unidad de Sordera y Vértigo estudiamos cuidadosamente la audición de nuestros pacientes. Dependiendo de la edad, realizamos pruebas de despistaje o screening neonatal,  de diagnóstico precoz de la sordera infantil, pruebas de determinación de niveles o umbrales de audición, pruebas de calidad de la audición

mediante la audiometría verbal y pruebas de valoración de la vía nerviosa auditiva en niños y adultos.

La detección e intervención tempranas son fundamentales para minimizar las consecuencias de la pérdida de audición.

El cuidado de la audición en personas mayores  mejora su comunicación y calidad de vida, impidiendo el aislamiento y disminuyendo el riesgo de deterioro cognitivo.

La  sordera puede clasificarse en diferentes tipos dependiendo de los siguientes criterios:

  • Hipoacusia genética o hereditaria. La sordera puede estar presente al nacer (congénita), o desarrollarse posteriormente.
  • Hipoacusia adquirida. Producida por factores ambientales durante el embarazo (prenatales), en el momento del parto (perinatales), o después del nacimiento (postnatales).
  • Hipoacusia idiopática. A veces el origen de la sordera no se puede identificar, siendo de causa desconocida en aproximadamente una tercera parte de los casos.
  • Hipoacusias conductivas o de transmisión.
    La alteración se encuentra en el oído externo o medio, el sonido no llega o lo hace muy débilmente al oído interno. La causa más frecuente en niños es la otitis media serosa, siendo menos frecuentes otras causas como colesteatoma, malformaciones, tumores, traumatismos, etc. La mayor parte
    de las veces pueden curarse con medicación y/o cirugía; cuando no es posible realizar estos tratamientos debe valorarse su corrección mediante el uso de audífonos o implante osteointegrado.

  • Hipoacusias neurosensoriales o de percepción.
    La alteración se encuentra en la cóclea del oído interno (sensorial) y a veces en el nervio auditivo (neural). Las ondas sonoras llegan al oído interno pero de ahí no llegan a transmitirse total o parcialmente al cerebro. Las causas pueden ser no genéticas (producidas por infecciones como la rubeola materna y meningitis; prematuridad, etc.) y genéticas (sindrómicas como los síndromes de Usher, Pendred, Waardenbuerg, Treacher-Collins, Alport, etc; y, no sindrómicas, debidas a diversas mutaciones del ADN). Las lesiones se localizan con más frecuencia en la cóclea aunque a veces afectan al nervio auditivo (p.e., neuropatía auditiva).

  • Hipoacusias mixtas.
    Es cuando se dan a la vez los dos tipos anteriores de hipoacusia.

  • Hipoacusia central.
    Con menos frecuencia la alteración se encuentra en los centros auditivos del cerebro: el estímulo auditivo llega al cerebro pero éste no es capaz de identificarlo y reconocerlo. Se define como “el déficit en el procesamiento de la información de las señales auditivas o procesamiento auditivo central (PAC), no causado por hipoacusia o por disfunción intelectual”. Los pacientes suelen tener una audición normal pero presentan dificultades
    en la comprensión del habla.
  • Hipoacusias prelinguales: se anifiestan antes de empezar a hablar.

  • Hipoacusias perilingualesse manifiestan cuando el niño está aprendiendo a hablar.

  • Hipoacusias postlinguales: se manifiestan después de que el niño empiece a hablar.

El grado de pérdida auditiva viene indicado por el nivel de audición, la gravedad de la lesión que se padece, pero sólo en términos audiológicos. Existen otros factores que determinarán el futuro de un niño, su feliz desarrollo y su integración en la sociedad, como pueden ser el que presente o no otros problemas asociados, que la lesión se produjera antes o después de que empezara a hablar, momento en que se diagnosticó y se inició el tratamiento, colaboración familiar etc.

Los grados de hipoacusia se clasifican según el umbral tonal promedio (U.T.P.) en decibelios (dB), esto es, según el promedio entre las frecuencias llamadas conversacionales de la audiometría tonal: 500, 1000 y 2000 Hz:

  • Hipoacusia Leve 21 – 40 dB
  • Hipoacusia Moderada 41 – 55 dB
  • Hipoacusia Moderada-Severa 56 – 70 dB
  • Hipoacusia Severa 71 – 90 dB
  • Hipoacusia Severa-Profunda 91-105 dB
  • Hipoacusia Profunda 106 – 120 dB
  • Cofosis > 120 dB

Patologías de la sordera

Otoesclerosis

La otoesclerosis es la forma más común de hipoacusia conductiva progresiva. Es hereditaria y, aunque puede manifestarse en

Saber más... »

Presbiacusia

La presbiacusia es la pérdida de audición neurosensorial progresiva asociada a la edad que tiene lugar en personas

Saber más... »

Ototoxicidad

Los ototóxicos son substancias químicas potencialmente lesivas para el oído que se utilizan en farmacología en la composición

Saber más... »

Tratamientos

Pruebas diagnósticas

Videorrinofibroscopia

Mediante la videorrinofibroscopia exploramos la nariz, la rinofarige, nasofaringe o cavum, la hipofaringe y la laringe, lo que nos permite visualizar estas áreas de difícil

Leer más... »

Impedanciometría

La función del oído medio se basa en  transmitir las ondas sonoras, tras hacer vibrar el tímpano y la cadena de huesecillos, al oído interno

Leer más... »

Audiometría tonal

La audiometría tonal es la prueba más importante para estudiar la audición en la consulta de otorrinolaringología. Es una prueba subjetiva que requiere la colaboración

Leer más... »